sábado, 7 de febrero de 2009

Dame.-

Dame calor, amor y miel. Dame tu odio, tu ser y el vientre.
Dame la noche, el mar y un planeta. Dame agua, dame la lengua, el alma y los labios. Dame el pelo, tu oído y las manos, la piel, la razón y el juego, la calma y la salud, el vino y un pétalo.
Dame un zoológico, la melancolía, la vida. Dame turbulencia, dame tus huesos, tu ira y el sol. Dame tus ojos, tu ropa, tus pies y tu suelo, dame tu cielo, tu pan y tu nombre.
Dame el color, la estación, los años, dame el olvido, el recuerdo y la locura, dame tus leyes, tus normas, tus pautas. Dame la trampa y la estrategia, dame el proceso, una rata y el pasto.
Dame las voces, tu conciencia y tu ego, dame la mente, el espíritu y tu iglesia. Dame un susurro, el tiempo y los números, dame tus noches, el destino y un velo.
Dame poemas, acentos y faltas ortográficas, dame la regla, un lapso y la tinta. Dame ilusiones, infiernos y serpientes. Dame horóscopos, pianos y entendimiento. Dame luz, tu cara, lo grafico y fortaleza. Dame creencia, religión y sonidos, dame lo que sos, lo que fuiste y lo que voy a ser. Dame tu ser. Dame figuras, fondos y rutas, dame fotos y magia.
Dame movimiento, mentiras e hidrogeno. Dame violencia, países y muñecos, dame el infinito, pero no me sueltes, dame sistemas y mapas.
Dame hojas, tierra y estrellas, dame avanzada y pinceles, dame deudas y duendes, dame la sal y el limón. Dame placebo y algo etílico.
Dame dureza.
Dame sombra.
Dame oro. Dame soledad y tristeza.
Dame adjetivos, personas. Dame miradas y desconsuelo.
Dame hijos.
Dame un terremoto y un abismo. Dame vuelos, despegues y alas.
Dame vanidad, idolatría y un si.
Dame la espalda.