En distintos puntos, el mismo árbol.
En el mismo Cielo, el de siempre, el fuego y el agua. Los colores, con el Sol a la orden del día y de la tarde. Bajaban las horas y la temperatura subía, se hacían tridimensionales los espacios, evolución del sentir y sudar cansancio.
Monopolización del vuelo y elevación de la noche. La esperada compañía y las sagradas escrituras.
Ahí observe que el fuego también puede descansar en el agua, y el infierno se puede reflejar en el cielo.-
lunes, 8 de diciembre de 2008
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